El abogado defensor Dismas Hardy no está convencido de aceptar el caso de Graham Russo, una ex promesa del béisbol convertido en abogado, al que se acusa de haber matado a su padre. El viejo Sal estaba muriendo y necesitaba inyectarse morfina para aliviar su sufrimiento. Graham admite abiertamente que le administraba esas inyecciones dosificadas por el médico, pero insiste en que no estaba allí la noche de la sobredosis que le ocasionó la muerte. ¿Fue suicidio, asesinato... o muerte asistida? Hardy, cada vez más presionado en lo personal y en lo profesional, debe enfrentar una verdad aterradora: si se trata de un crimen, el asesino está suelto.
Con un gran dominio de la presentación del drama que se despliega en las salas de tribunales y una extraordinaria maestría para crear personajes, John Lescroart brinda un thriller inteligente que no da respiro.
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