Para el ambicioso era una forma fácil de enriquecimiento. Para el temerario una puerta a la aventura. Para el enfermo una promesa de acabar con el mal y el sufrimiento. Para el tímido un sacrilegio, una monstruosidad que debía ser destruida. Pero para todos ellos era un misterio que debía ser resuelto, un desafío a la imaginación y la inteligencia.
En La aguja, Jerry Sohl (recordado autor de Las aploides) nos proyecta con su habitual maestría en una historia plena de emoción y suspenso, conjugando admirablemente los elementos de ciencia y fantasía que han cimentado su prestigio.
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