ISADORA DUNCAN - CORA RENARD

Isadora Duncan nació en San Francisco, Estados Unidos, en 1877, y falleció en Niza, en 1927. Su vida estuvo cubierta de un aura de leyenda, en parte por su actitud nada dócil ante las convenciones sociales y en parte por su casi cinematográfica muerte. Pero en la existencia de la gran bailarina hubo de todo: excesos, miserias, lujos, pérdidas, fama, gloria y dolor. Como señala la autora de este libro: "Un recorrido por la biografía de Isadora implica una travesía geográfica e histórica, en tanto recala en momentos significativos en la historia del arte, la filosofía, la política y la economía". Isadora nació y vivió sus primeros años en un país que se iba consolidando como una gran potencia mundial. Luego partió a la Europa de comienzos del siglo XX, y vivió la exultante Belle Époque que ocultaba el oscuro germen de la Primera Guerra Mundial. Su vida tendría contactos también con una Rusia donde el régimen zarista se eclipsaba ante el arrollador empuje de la Revolución. Esta mujer de quien poéticamente se dice que abrazó la danza por influjo del mar observado en su infancia, tuvo una vida poco común. Se casó con el poeta ruso Serguei Esenin, diecisiete años más joven que ella. Sufrió el alcoholismo de su pareja y lo vio partir hacia Moscú, donde fue internado en un hospicio y luego se suicidó. Eligió ser madre soltera en una época en que esto no era precisamente bien visto, y sufrió el dolor de perder a sus dos hijos en un accidente. Amó a hombres y mujeres, pero sobre todo, bailó, bailó con un arte fuera de lo usual, bailó ritmos diversos y se jactaba de poder bailarlo todo. Se basó en imágenes clásicas griegas o renacentistas para expresar su arte de levedad y gracia. Influyó en el inicio de la danza moderna y apostó a un arte puro y espiritual pues, según ella, "el arte que no es religión no es arte, es pura mercadería". Cora Renard logra en este emotivo libro darnos un fiel retrato del personaje en diálogo con su época, y del ser humano en su glorioso y trágico paso por la vida.