viernes, 22 de noviembre de 2013

TINA MODOTI - PATRICIA ESPINOSA

Tina Modotti nació en Italia en 1896, y falleció en México, cuarenta y seis años después. En su breve vida, esta mujer excepcional, incluso por su belleza, fue inmigrante en Estados Unidos y dos años después actriz de Hollywood; fotógrafa; revolucionaria; militante comunista; expatriada; refugiada política; musa de grandes poetas; sospechosa de asesinato; modelo de fotógrafos y pintores; brigadista internacional.
Su vida estuvo rodeada de tanta admiración como de prejuicios. Sus actitudes nada acordes a los roles asignados a una mujer, generaron desconfianza y le ganaron represalias. Dos valores, al menos, fueron para ella fundamentales: la búsqueda de la belleza y la lucha por la justicia social.
Junto al gran fotógrafo norteamericano Edward Weston descubrió el México post revolucionario y lo retrató como pocos. Trabó amistad con Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, Frida Kahlo. Se hizo miembro del Partido Comunista Mexicano, y apoyó la gesta del nicaragüense Sandino. Fue acusada del asesinato, y de planear un atentado contra el presidente de México, patria de adopción a la que tanto amaba. Su presencia no dejaba de resultar incómoda. Admirada como artista por muchos, fue considerada una oscura Mata Hari por otros. Trabajó en la Unión Soviética y participó en la Guerra Civil Española. No comulgó con el estalinismo y por fin buscó el anonimato y el retiro. Su muerte en un taxi, en la ciudad de México, despertó sospechas. Supuestamente se debió a la falla de un corazón que sólo había latido para retratar la realidad, rescatar la belleza y engrandecer la condición humana. Demasiadas nobles ambiciones para un mundo prejuicioso y duro.
"Demasiados vidas para una sola mujer", dice Patricia Espinosa, que por cierto, retrata con fidelidad y seductor estilo lo esencial de esa múltiple existencia.

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